Querido diario:
Ya va más de una semana que estoy en casa… ¡y he hecho un montón de nuevos amigos! ¡Ya creo que los conozco a todos!… Bueno… a casi todos… Aún me falta por conocer a ese erizo negro. Espero encontrarle y conocerle pronto…
Cuando creía que había conocido a todos, hoy me encuentro con alguien distinto… aunque en unas circunstancias un poco peliagudas: estuve explorando por ahí como solía hacer y me encontré con un lugar con una cascada enorme y un lago justo debajo…. Era precioso, pero estaba justo encima de la cascada y no quería caer abajo, así que seguí adelante por una cornisa estrecha de piedra que había allí… Me daba miedo, pero tenía que pasar por ahí si quería volver a casa… así que poco a poco intenté pasar. Por desgracia y mala suerte para mí, la cornisa era a veces golpeada por el agua de los rápidos que se formaban antes de llegar a la cascada y se volvió inestable… y al pisar un punto de la cornisa acabó desmoronándose un trozo y caí.
Por suerte, pude agarrarme a tiempo a otra zona de la cornisa y empecé a pedir ayuda a gritos… pero no venía nadie. Estaba aterrorizada: si caía al agua a saber qué pasaría conmigo… y si caigo desde lo alto hasta el lago… ¡no quería ni pensarlo! Pero llegado un momento no aguanté más y me acabé resbalando y cayendo… Pero algo, o mejor dicho, alguien me cogió al vuelo. No pude ver bien quién era, pero vi una figura alada cuando entreabrí un ojo…
Al tocar tierra me dejó en el suelo y vi perfectamente quien era: una loba blanca de pelo larguísimo y… ¡¿con alas?! Me resultaba difícil de creer lo que veía, pero la tenía delante y no era ningún sueño… Al momento de verla, se concentró y desaparecieron sus alas... era algo muy extraño… Quizá era un poder suyo. Al volver ella a la normalidad vino hacia mí y me preguntó si me encontraba bien. Le dije que sí y me presenté, y al preguntarle su nombre me dijo: “Me llamo Flora… Flora the Magic Wolf”… ‘Magic Wolf’… eso lo explica todo.
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